10 ejercicios de escritura para entender tu relación con el ‘propósito’ [6ª ola]
Está bien no saber qué escribir.
No se puede escribir apurada.
No se puede crear con eso en la mente. Mi cabeza quiere terminar y ni siquiera he empezado. Tal vez sean todos mis pendientes, o la creencia de sentir que tengo que llegar a algún lugar para ser alguien en la vida. No sé, es irónico porque me gusta quién soy: una mujer intentando vivir de su escritura y su creatividad. Ahí hay una palabra clave que lo cambia todo: intentar. Muchos no lo dicen, pero para cumplir sueños hay que intentarlo. Y no siempre se comparten los intentos fallidos. A pesar de que no son “fallidos”, son intentos que representan cada pieza del rompecabezas de mi vida.
El sábado 28 de junio organicé mi primer taller presencial de escritura en Buenos Aires de la mano de Dani Morales, una GENIA del storytelling. Siéndoles honesta, estaba nerviosa. Era la primera vez que daba una clase en vivo y en directo, y no sabía qué esperar. Llegué temprano, acomodamos el lugar, las mesas, el orden de los ejercicios y la estructura de cómo se desarrollaría todo, desde el momento en el que las participantes llegan hasta el momento en el que se van. Todo se mide, todo se piensa, todo es parte de la creación. Un taller es una creación con un fin. En este caso fue ayudarte a contar historias que solo tú puedes contar. Mezclamos la escritura con las historias personales, y creamos un ambiente íntimo y creativo para compartir. Algo que vale siempre la pena es ver cómo cada participante va entendiendo el por qué decidió asistir y la buena decisión que fue haberlo hecho. Ver la alegría genuina, el aprendizaje constante, la transformación intenta de las alumnas en persona fue lo último que yo necesitaba para comprender que voy en el camino correcto. Dar una clase en persona cambió mi perspectiva de la enseñanza y de mi propósito en el mundo. He tenido mis pensamientos acerca del propósito. ¿Cuál es? ¿A qué he venido al mundo? Y siempre pensé que fue a transformar al otro/a con mis palabras o moverlos internamente con mis historias. Ese ha sido mi propósito toda mi vida.
Hasta el sábado.
Después de eso, sentí como las piezas del rompecabezas encajaban con mayor precisión y tuve una revelación nueva: he venido a servir y abrir un camino de creación para los demás. Mi propósito no solo tiene que ver con la escritura, sino también con la enseñanza. Tiene que ver con ayudarte a ver esta vocación tan hermosa y tan necesaria en la sociedad como algo posible para ti. Algo en lo que puedes convertirte, y puedes mejorar y puedes crecer si te comprometes con el oficio. Todos podemos escribir si realmente nos sentamos frente a un papel. Algo va a salir, y lo único que necesitas es que algo salga todos los días. No te pido que sea perfecto porque no lo será. Te pido que suceda, que te sientes frente a la hoja en blanco y pongas palabras verdaderas. Palabras con un significado propio. Te pido constancia y repetición. Te pido compromiso y conexión. Mi tarea es darte las herramientas. Tu tarea es aplicarlas. Stephen King habla sobre cómo no importa si tenemos talento si lo que tenemos es esfuerzo. Escribe y esfuérzate todos los días. El talento no pesa tanto como crees. Lo que realmente hace toda la diferencia es la acción diaria e imperfecta de lo que quieres construir.
Hace unos días tuve una conversación con mi pareja sobre el propósito. Le hice un interrogatorio sobre lo que significa el propósito en su vida y terminé con un ¿y sientes que lo has encontrado? Se quedó en silencio y me miró. Me dijo que no sabía, que aún no lo sabía, y que a veces la palabra propósito le confundía. Le dije lo que yo pensaba, que piense en servir al otro a través de una habilidad o una vocación. ¿Cómo podría servir él? Me dijo que, entonces, ya lo hace. Todos los días. Él siente que vive su propósito a diario mediante las acciones pequeñas. Desde saludar a los jardineros del barrio hasta ayudar a cortar la madera para un mueble nuevo de su madre. Me pareció sorprendente verlo de esa manera. Y a la vez me pareció tan valioso. El propósito no es ninguna meta, ningún sueño, ningún reconocimiento grandioso. El propósito es un deber espiritual y personal. En el libro sagrado Bhagavad Gītā, encontramos un diálogo importante sobre el propósito. Krishna le dice a Arjuna que debe cumplir con su dharma de guerrero, aunque eso implique luchar contra sus seres queridos. No hacerlo sería ir en contra de su esencia. Me llamó la atención al principio. ¿Qué significa ir en contra de su esencia? Pero acto seguido, leí lo siguiente: “Mejor es el dharma de uno, aunque imperfecto, que el dharma de otro bien hecho.” Y lo entendí. A veces escuchamos “lo que es mejor para uno” de una persona que amamos y quiere nuestro bien, pero por alguna razón, no conectamos con su mensaje. Simplemente sentimos que nuestro camino “no es por ahí”. O a veces vemos cómo una persona cercana a nosotros está alcanzando sus realizaciones personales e intentamos seguirle el paso haciendo lo mismo o casi lo mismo, pero simplemente las cosas no funcionan. ¿Por qué? Porque cada uno nace con un propósito personal, intransferible y único. Cada uno es responsable de descubrirlo creando un camino nuevo. En el Bhagavad Gītā, dharma significa propósito de vida alineado con tu naturaleza interna. Y eso es irrepetible.
Hay que crear caminos, hay que abrirlos un paso a la vez.
El taller del sábado fue conmovedor emocionalmente y se sintió como un pasito más hacia algo que aún no puedo ver ni entender. Y tiene todo el sentido del mundo: lo estoy creando.
El propósito es un viaje complejo de auto descubrimiento y un llamado que trasciende el espíritu. Se supone que debemos sentirnos confundidos. Está bien no saber.
Pero lo que jamás debe pasar es dejar de hacernos la pregunta. Solo los curiosos y exploradores llegan lejos. Solo los que tienen el cuaderno lleno de borrones y garabatos mientras intentan aterrizar una idea en el mundo. No busques una respuesta correcta, busca una ruta sin huellas, y no dudes en pisarla.
Hoy quiero que exploremos el propósito juntos. Agarra tu diario, coge un lápiz y vayamos a nadar lejos de la orilla. Llegó la SEXTA ola creativa con ejercicios de escritura de diario y creativa. ¿De qué estoy hablando? Te cuento: Cada jueves sale una Ola Creativa directa a tu mail: una guía práctica con ejercicios de escritura creativa y de diario, pensada para que puedas aplicarla en tu día a día y seguir profundizando en tu práctica con constancia, inspiración y placer. Son recursos muy útiles tanto si estás empezando a escribir como si ya tienes un proyecto más avanzado, y quieres cultivar tu voz con más compromiso y amor. La suscripción cuesta 8 USD por mes y puedes darte de alta en minutos desde Substack. Mirémoslo como regalarme un café para que pueda seguir escribiendo estas cartas en mi tiempo libre (hago lo mejor que puedo).
Cada vez que se suma alguien nuevo a la comunidad VIP (sí, eres VIP por 8 USD al mes), mi energía cambia radicalmente y me vienen mil ideas nuevas para compartir y ayudarte a crecer como escritor, escritora. Me pongo TAN contenta. Y decidí que por ser inicio de mes, si te sumas antes del próximo jueves, te regalo una sesión 1:1 de 30 minutos conmigo, para conocerte más, charlar sobre tu escritura y ayudarte a trazar un camino que te acerque a esa voz propia que estás buscando.
Ahora sí, sin más preámbulos, a lo que vinimos: a escribir.
Hoy te traje cinco ejercicios de diario y cinco ejercicios de escritura creativa para despertar tu llamado interior y entender mejor nuestra relación con el propósito. Permítete jugar con las respuestas. Lo importante es que pongas palabras sobre el papel, y que practiques. ¡Te deseo una feliz escritura!
5 Ejercicios de escritura de diario
¿Dónde me llama la vida hoy?
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